“Estos rasgos típicos, tal y como están en el bosquejo de mi germen personal, no es lo mejor, no es lo más bello, no es lo más brillante de lo que puedo llegar a ser y alcanzar por medio de mis dotes, pero son mi verdadero rostro. Y si yo los abandono por ambición o por afán de autovalor, pierdo mi autenticidad y llego a ser interiormente menos que si yo me hubiese guardado fidelidad a mí.”

Max Pulver