«…lo que Freud descubrió es que vemos la realidad deformada.”
(…)
Podemos empezar por decir que la persona media, aunque piensa que está despierta, está en realidad medio dormida. Por “medio dormida” quiero decir que su contacto con la realidad es muy parcial; la mayor parte de lo que considera como realidad (fuera o dentro de sí misma) es una serie de ficciones que su mente construye).
(…)
La conciencia de de la persona media es sobre todo “falsa conciencia”, integrada por ficciones e ilusión, mientras que justo de lo que no tiene conciencia es la realidad. Podemos diferenciar así entre aquello de lo que es consciente una persona y aquello de lo que se vuelve consciente. Es consciente, principalmente, de ficciones; puede volverse consciente de las realidad que están por debajo de estas ficciones.
(…)
En tanto que la conciencia representa sólo al pequeño sector de la experiencia socialmente moldeada y el inconsciente representa la riqueza y la profundidad del hombre universal, el estado de represión resulta en el hecho de que yo, la persona accidental, social, estoy separado de mi mismo, la persona total humana.”
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Podemos empezar por decir que la persona media, aunque piensa que está despierta, está en realidad medio dormida. Por “medio dormida” quiero decir que su contacto con la realidad es muy parcial; la mayor parte de lo que considera como realidad (fuera o dentro de sí misma) es una serie de ficciones que su mente construye).
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La conciencia de de la persona media es sobre todo “falsa conciencia”, integrada por ficciones e ilusión, mientras que justo de lo que no tiene conciencia es la realidad. Podemos diferenciar así entre aquello de lo que es consciente una persona y aquello de lo que se vuelve consciente. Es consciente, principalmente, de ficciones; puede volverse consciente de las realidad que están por debajo de estas ficciones.
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En tanto que la conciencia representa sólo al pequeño sector de la experiencia socialmente moldeada y el inconsciente representa la riqueza y la profundidad del hombre universal, el estado de represión resulta en el hecho de que yo, la persona accidental, social, estoy separado de mi mismo, la persona total humana.”
Erich Fromm
—Budismo zen y psicoanálisis—